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Desfile de la recreación, de los últimos momento de Mariana de Pineda, por la calles de Granada. Asociación Torrijos 1831.

Asociación Torrijos 1831 28.05.2023.

Integrando al desfile que, cada año, organiza el Ayuntamiento de Granada, la Asociación Histórico Cultural Torrijos 1831 ha recreado con sus interpretaciones y vestuario los últimos momento de Mariana de Pineda, heroína liberal que prefirió la muerte en el cadalso que delatar a sus compañeros. El desfile partió desde la misma puerta del Ayuntamiento de Granada, Plaza del Carmen, calle Reyes Católicos, Ángel Ganivet y la Plaza de Mariana de Pineda. Torrijos 1831 marchó con sus secciones de mujeres abanderadas, grupos de liberales, Mariana Pineda (Alicia Gallego) y su escolta militar, mujeres portando la bandera histórica que ordenó bordar Mariana, y restos de mujeres enlutadas. Datos sobre el proceso a Mariana de Pineda, a continuación.
Detención histórica de Mariana de Pineda y claves del proceso.
El 18 de marzo de 1831 la policía al mando del Pedrosa, Alcalde del Crimen en Granada, irrumpió en el domicilio de Mariana, el número 6 de la casa 77 de la calle del Águila, encontrándose una “bandera” contraria al poder absoluto de Fernando VII. Las condiciones en las que fue hallada la «bandera» en casa de Mariana, no fueron limpias, pues alguien relacionado con la policía introdujo en su casa la bandera que ella mandó bordar a unas modistillas del Albaicín, para tener una prueba acusatoria. Al principio, Mariana sólo fue confinada en su domicilio, de donde intentó escapar, pero fue descubierta. A causa de esa frustrada fuga fue recluida en la cárcel de mujeres de mala vida del convento de las Arrecogidas (Santa María Egipcíaca). Hoy parece muy claro que las autoridades absolutistas, dada su condición de mujer, no la consideraban uno de los dirigentes de una supuesta conjura liberal que creían que estaba en marcha en Granada, sino que la detuvieron para que denunciara a sus cómplices, “posibles” cabezas de la conspiración. Prueba de ello sería que Pedrosa, el jefe de la policía de Granada, estaba habilitado para indultarla, incluso después del juicio si aceptaba declarar sobre sus cómplices, cosa a la que ella se negó hasta el final. Por otro lado, se especuló que la detención y la condena a muerte de Mariana se debía al despecho sufrido por el taimado Ramón Pedrosa, que la deseaba. Esta teoría la expuso veladamente durante el juicio el abogado defensor de Mariana, al referirse a «ciertos acontecimientos y circunstancias fatales» que habían hecho que a la referida [Mariana] «se la tenga por algunos en un concepto» que no merecía, entre las que se encontraba «no haber accedido a pretensiones de otros sujetos» quienes «no sería extraño que se hayan propuesto llevar su resentimiento y venganza hasta el extremo de arruinarla». No existen pruebas claras al respecto, pero extraña que Pedrosa se tomara aquella causa como un asunto personal, mostrando una obsesión particular sobre Mariana. Tres semanas después de la detención de Mariana la administración de Justicia de Granada decidió que su causa pasara a las manos de Pedrosa.

El juicio.

El expediente penal de Mariana Pineda fue robado a principios del siglo XX, aunque afortunadamente las piezas más importantes de este —la acusación del fiscal y el alegato del abogado defensor— habían sido reproducidos en un libro publicado en 1836, tras la muerte de Fernando VII, por su primer biógrafo y uno de su amantes, el abogado José de la Peña y Aguayo. Por ello se conoce que la base de la acusación fue haber encontrado en su casa «el signo más decisivo y terminante de un alzamiento contra la soberanía del Rey N.S. y su gobierno monárquico y paternal». El «signo» consistía en tres letreros escritos con encarnado en papel al parecer de marquilla, que decían, Igualdad, Libertad, y el tercero, Ley, y 13 letras cortadas de papel marquilla: L, I, T, A, D, Y, G, V, A, D, J, E, J, todas mayúsculas, y un tafetán morado del ancho de dos paños y largo algo más de dos varas y tercia con un triángulo verde en medio, y en un lado de él, bordadas de carmesí, las letras mayúsculas B, E y embastada de cartón, una R; en otro lado de él, también bordadas de carmesí, las letras mayúsculas, A, L, y a medio bordar, una D; y en las orillas del largo de dicho tafetán, como en medio de él, dos pedazos de bando. Por las formas de la propia “bandera”, más próxima a ser un repostero que bandera (era un paño rectangular con emblemas para ser colgado en una pared), parece claro que estaba destinar a ser un regalo para una logia masónica, más que para ser tremolada en un pronunciamiento en ciernes y ser emblema de una rebelión, pues hasta entonces las banderas tremoladas en pronunciamiento liberales (1820 y 1824) habían tenido las franjas, rojas, gualda y verde. Pero, precisamente, el fiscal, dándole la vuelta a la prueba, la imputó con delito de rebelión contra el orden y el monarca, delito que el reciente decreto firmado por Fernando VII de 1 de octubre del año anterior declaraba castigado con la pena de muerte. El abogado de Mariana basó su defensa en desmontar “la prueba” que constituía la supuesta “bandera”, primero cuestionando que fuera tal, basándose en el propio informe de la policía que hablaba de un paño montado en unos bastidores no de una bandera, y en segundo lugar que la supuesta bandera fuera «revolucionaria», aduciendo que en realidad se trataba de una enseña destinada la masonería: “el emblema del triángulo verde fijado en su centro demuestra que su destino era más bien para adorno de alguna logia francmasónica» y como las mujeres no podían pertenecer a la masonería su defendida estaba libre de culpa, o como mucho solo podía ser condenada a una corta pena de prisión por complicidad con masones. La argumentación del abogado se acerca a la realidad de lo que fue. Pero en aquella España de 1831, maniatada por el poder absoluto Fernando VII no había libertades y derechos, y el derecho de aquella defensa quedó aplastado por el poder.

Datos de la Asociación Histórico Cultural Torrijos 1831.

Tipo de Asociación: cultural, dedicada a la investigación histórica, y recreadora en sus actuaciones en público para exponer los hechos que representa. Ámbito de actuación: Nacional (inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones y Junta de Andalucía). Inició su periodo constituyente en el año 2002, siendo legalizada en 2003. Fue un proyecto original desde el principio, pues en España no se había creado anteriormente una Asociación sobre el personaje histórico de José María Torrijos y Uriarte, héroe de la Guerra de Independencia y defensor de las libertades y derechos constitucionales frente al poder absoluto del reinado de Fernando VII. Original en las formas, dedicación y fines, que recogen sus estatutos, cimentando sus antecedentes en los precursores que trabajaron sobre el personaje de Torrijos en la provincia de Málaga, en las décadas de los años ochenta y noventa del siglo XX y primeros años del XXI.
Como colectivo de recreaciones históricas, es el más antiguo de las dedicadas al siglo XIX, en Andalucía. En cuanto a las representaciones relativas a la Guerra de la Independencia en las que participa la Asociación, la recreación insignia, creada en 2007, es el “Regimiento de Infantería de Málaga”, unidad titular de Málaga, que salvo un periodo de disolución, tuvo vida castrense desde 1701 a 1893, siendo su historial heredado por el Regimiento Melilla en sus diferentes numeraciones, y que fue disuelto en Málaga, en 1985. Para entrar en su historial y actividades: regimientodeinfanteriademalaga.blogspot.com
Correo de Contacto: asociacióntorrijos1831@gmail.com También, a través de este correo se pueden solicitar visitas concertadas al Centro de Interpretación Histórico José María Torrijos (Refectorio), en el barrio de El Perchel de Málaga. Teléfono de contacto: 952234039. Página web: www.torrijos1831.com