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Fran González, integrante de la Asociación Histórico Cultural Torrijos 1831.

Asociación Torrijos 1831                      05/06/2024

Como miembro de la Asociación Torrijos 1831 y en representación del personaje que he interpretado en estos últimos años, me gustaría aprovechar este espacio de lectura para compartir mi trayectoria como socio.
En primer lugar, me gustaría destacar la formación, el conocimiento y la conciencia histórica que se adquieren al sumergirse en los capítulos heroicos de la vida de estos personajes. Recrear y dar vida a estas figuras que, sacrificaron su existencia por la libertad, se convierte en un honor para aquellos y aquellas que tenemos el privilegio de revivir sus historias. Adentrarse en el pasado puede ser difícil cuando no se tiene conocimiento previo, pero al empatizar con las tragedias de aquella época y con la valentía de quienes entregaron sus vidas por una causa justa, uno puede llegar a sentir con intensidad sus experiencias, su dolor y su pasión.
Por otro lado, es fundamental resaltar la importancia de las diversas actividades y espacios dedicados a la creatividad de sus miembros, tales como: la pintura, la expresión artística, la poesía, los trabajos manuales, el canto y la organización, entre otras. Es por ello que, desde la sensibilidad y el respeto, logramos mantener una armonía enriquecedora para todos y todas las personas que la componemos. Esta forma altruista y creativa de trabajar nos permite desarrollar y mantener nuestras habilidades activas, poniéndolas al servicio de los demás.
Conocer la historia y los acontecimientos en los que nos centramos, se convierte en un pilar fundamental para comprender el presente, no solo a nivel histórico, sino también humano. Muchos de los textos que recitamos en memoria de la historia, trascienden el mero relato de los hechos y adquieren un sentido profundo en nuestras propias vidas. Nos invitan a reflexionar sobre lo que deseamos para nosotros mismos y sobre el legado que queremos dejar a las generaciones futuras. La historia no es solo un registro del pasado, sino una guía para entender nuestras raíces, valorar nuestro presente y orientar nuestro futuro. Al adentrarnos en el estudio de estos acontecimientos, encontramos lecciones de valor, sacrificio, y humanidad que nos inspiran a ser mejores individuos y a construir un mundo más justo y consciente. De este modo, la historia se convierte en una herramienta poderosa para el autoconocimiento y el crecimiento personal, así como para la construcción de una sociedad más despierta y solidaria.
Uno de los aspectos que más agradezco de esta aventura como miembro integrante, es poder observar las calles y plazas de la ciudad de Málaga con otra perspectiva, donde el consumismo, el estrés o la monotonía pasan a otra esfera, dando lugar a una consciencia que te recuerda el amor por las libertades y la importancia de mantener para todos y todas esa libertad, donde hombres y mujeres lucharon antes que nosotros dejando así, una llama incesante dentro de nuestros corazones.
Asimismo, me gustaría resaltar el impacto que generan en los vecinos/as y visitantes los actos y recreaciones que realiza esta asociación. Estos eventos ponen en valor cada lugar donde habitaron nuestros personajes históricos, otorgándole la relevancia que merece. Las expresiones y miradas de quienes nos siguen se convierten en el combustible necesario para que sigamos llevando a cabo nuestros emblemáticos actos año tras año, siendo además un eslabón de la cadena para futuros integrantes. Desde el escenario, es conmovedor observar cómo hombres y mujeres empatizan con asombro ante la valentía que aquellos personajes históricos demostraron en condiciones de vida infrahumanas. Nuestras actuaciones no solo recrean el pasado, sino que también transmiten esperanza y reflexión para nuestro presente. A través de estas representaciones, logramos conectar emocionalmente con el público, inspirando una mayor comprensión y aprecio por nuestra historia y su influencia en la actualidad.
Finalmente, quiero agradecer a todas aquellas personas que no cesan en su empeño por mejorar la vida de los demás, que sacrifican su tiempo en beneficio de una vida orientada a las libertades de cada uno. A quienes llenan los espacios de creatividad y consuelo en un presente que no siempre es como deseamos, pero que, gracias a su esfuerzo, dejan una huella de esperanza para nosotros y para las generaciones venideras.

En tú historia y sin saberlo me adentré,
sin saber que el mismo hombre, nunca más seré.
Déjame que diga, déjame que grite,
que hoy es más fuerte mi instinto,
que ser presa y marioneta, encerrada en un recinto.

Fran González.