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El libro «Del Charcón a la Alquería» recogió en el año 2000 la ubicación de la ermita de Santa Ana, próxima a la barriada de Torrealquería

Asociación Torrijos 1831.- Al encontrarnos en el XX Aniversario de la publicación «Del Charcón a la Alquería: un camino para Torrijos», autoría de Juan Pacheco y Esteban Alcántara, que presentado en el año 2000 por la Concejalía de Cultura de Alhaurín de la Torre; queremos significar que, independientemente de lo que aportó en cuanto a la ruta y cerco en la Alquería de Mollina, protagonizado por Torrijos y sus liberales; el libro dedicó también espacios en sus páginas sobre lugares interesantes de Alhaurín de la Torre, y su historia, algunos de ellos no muy conocidos hasta entonces. Ahí estaban las referencias a la torre musulmana de la Alquería, a las comunicaciones con las demás torres almenaras del valle, y su papel observador en la parte que quedaba «ciega» de la fortaleza de Cártama. También se señaló la ubicación de la ermita de Santa Ana. No sabemos, cuantas publicaciones en Alhaurín de la Torre, antes de 2000, habían fotografiado e indicado que los restos de la ermita estaban allí; pero en ese año, el libro «Del Charcón a la Alquería» (ver en la Biblioteca Municipal), sí lo hizo (ver fotos que se adjuntan). Sus autores tuvieron la oportunidad de entrevistarse con personas mayores de ochenta años, que de niños habían visto la imagen de Santa Ana colocada en la ermita (por eso su denominación), antes de pasar a la primera planta de la propia Alquería de Mollina tras la Guerra Civil, presidiendo el aula de colegio que, durante unos años, se instaló allí. La ermita no fue un «hallazgo» en 2017, como citó algún artículo digital, pues no puede ser hallado (descubierto), algo cuya ubicación era conocida por los vecinos del lugar y, además, había sido divulgado 17 años antes por un libro avalado por la Concejalía de Cultura de Alhaurín de la Torre. Las exageraciones nunca tienen un recorrido largo, ni mejoran la cualidad de las cosas. Más datos para los lectores que nos siguen, a continuación.
El término «hallazgo» de la ermita de Santa Ana

Dentro de la labor recopilatoria que la Asociación Torrijos 1831 lleva realizando desde 2002, a uno de nuestros asociados le apareció hace unos días por Internet un artículo publicado el 19 de septiembre de 2017, en Alhaurín.com, titulado «El hallazgo de los restos de un antiguo templo refuerza el valor arqueológico de Torrealquería». En el cuerpo del artículo se refiere a que el «hallazgo» (descubrimiento), era de la ermita de Santa Ana, lo que nos extrañó, pues su ubicación, al menos en los últimos treinta años, que es lo que por experiencia directa sabemos, era conocida en la zona de Torrealquería, y también por algunas otras personas que vivían en otras barriadas de Alhaurín de la Torre, y que además, estaba publicada por un libro que se encuentra desde 2000 en la biblioteca local por la Concejalía de Cultura. Consideramos, que se podía haber explicado en el artículo, con toda naturalidad, que se trataba de una necesaria acometida arqueológica sobre unos restos, precisamente porque su ubicación era conocida en la zona a lo largo del siglo XX como la ermita de Santa Ana, y no darle un barniz de hallazgo-descubrimiento, pues las exageraciones con ribetes de propagandísticos desvirtúan el valor de las cosas.

Hemos querido saber más, especialmente sobre la autoría del artículo, si procedía de una concejalía, gabinete, entidad asociativa, una persona implicada en la excavación, o bien de un redactor que, simplemente, extendió sin más el comunicado que le dieron; pero curiosamente, como referencia sólo aparece «Barriada de Torrealquería». Bueno, de ser así, lo normal es que hubiera sido emitido por la Asociación de Vecinos de la Barriada, pero allí nadie parece conocer la emisión de ese comunicado. Es curioso.

En fin, de momento ahí parece perderse la pista sobre la autoría de la publicación de un «hallazgo» cuyo término no corresponde con la realidad, pues siempre estuvo identificado por los naturales de la zona, a veces, los más sabios y mejores conocedores de las cosas.