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Conferencia “La columna de Rafael de Riego: estrategia y fines”, impartida en el Centro de Interpretación Histórico José María Torrijos, en El Perchel.

Asociación Torrijos 1831

Dentro del II Ciclo de Conferencias relativas al evento “Doscientos años del Trienio Liberal: 2020-2023”, en este año denominado “El liberalismo en la encrucijada”, bajo la dirección de Jesús Pérez-Lanzac y coordinado por María Montiel; el pasado dia 24 de septiembre, a las 19´00 h. tuvo lugar en el Centro de Interpretación Histórico José María Torrijos, la conferencia impartida por el historiador malagueño y actual presidente de la Asociación Histórico Cultural Torrijos 1831, Esteban Alcántara Alcaide, titulada “La columna de Rafael de Riego: estrategia y fines”, con el aforo completo autorizado, en el Centro de Interpretación Histórico (Refectorio). Pérez-Lanzac presentó la conferencia y, a continuación, el presidente del Club Liberal de Málaga 1812, Rafael O´Donnell presentó al ponente. Por su parte, Esteban Alcántara explicó los diferente puntos a abordar en la conferencia, como la intención estratégica de las columnas liberales que, a partir del 2 enero de 1820, marcharon hacia la Isla de León (San Fernando); los efectivos que allí se concentraron desde el 3 al 8 de enero, el fracaso ante la Cortadura y la propia Cádiz por parte de los pronunciados, así como la imperiosa necesidad de que una fuerza liberal, solvente, saliera de la Isla para promover el levantamiento en ciudades y pueblos importantes de Andalucía, proclamando como objetivo político la Constitución de 1812, y la vez, que se proveyera de medios económicos y materiales muy necesarios para el sostén del recién proclamado ejército nacional. Más datos, a continuación.

Exposición detallada de lo vivido históricamente en cada jornada por la columna de Riego, desde el 27 de enero al 12 de marzo de 1820, fecha en la que la columna se disolvió.

Desde que la columna de Riego salió el 27 de enero de 1820, con el exagerado nombre de 1ª División del Ejército Nacional (excesivo para el número real de hombres que acompañaban a Riego: 1.500, casi un tercio de una División real), pero eficaz en cuanto propaganda sobre la tropa salida de la Isla, para impresionar a los rivales; el ponente realizó una exposición detallada, de forma espacio-temporal, sobre cada jornada de la columna, de las vicisitudes en cada localidad que alcanzaron las tropas de Riego, haciendo claras diferencias, en cuanto al comportamiento y resolución que tuvo la columna en las provincias de Cádiz, Málaga, Sevilla, Córdoba, sur de Extremadura y el condado de Niebla. Especializado en estudios militares (la columna de Riego fue un hecho militar y así hay que revisarlo), el ponente detalló los aciertos y errores de la columna de la columna liberal, en lo concerniente a estrategia y tácticas, haciendo lo mismo con las tropas de su más directo rival, el general absolutista José O´Donnell, su perseguidor implacable, con una diferencia notoria: que mientras las tropas de O´Donnell, aumentaban semana tras semana en número y en todos los lugares que se presentaban como la “legalidad” vigente, lo que facilitó su logística; la columna de Riego dejó de tener “retaguardia” a donde retroceder al salir de la provincia de Cádiz, precariedad que aumentó en la logística cuando la columna liberal sufrió un durísimo quebranto al salir de Marbella para Málaga, no pudiéndose ya recuperar de sus bajas en cuanto a muertos, heridos, prisioneros y desertores, en las localidades que, a continuación, fue alcanzando. Sin embargo, ese fue su gran mérito, sostenerse, a pesar de los combates que le resultaron desfavorables en Marbella y Morón, aguantando desde el 27 de febrero hasta el 12 de marzo, como columna, pues en esa última fecha se disolvió, al quedarle a Riego menos de cien hombres. Ese aguantar, ese soportar la adversidad para seguir marchando a pesar de la desigualdad frente a sus enemigos, motivaron centenares de noticias, a veces no exentas de exageraciones, pero nacidas de una realidad, que llegaron a Ciudad Real, Badajoz, Toledo, Aranjuez, Murcia y Cartagena, y terminaron alcanzando Madrid y el norte, basadas en que la “1ª División del Ejército Nacional”, continuaba entrando en capitales andaluzas y pueblos importante, proclamando la Constitución de 1812 sin impedimento, mostrando siempre que estaba “viva”, y que las tropas del capitán general interino, Freire, organizadas en cuatro divisiones, y sumando unos 24.000 hombres, no lograban impedirlo. Ese sobrevivir de la columna Riego en medio de la soledad, aislado, y sin apoyos, al salir de la provincia de Cádiz, fue lo que animó al coronel Espinosa a pronunciarse en La Coruña a favor del sistema constitucional, siguiéndole las ciudades de Oviedo, Murcia, Cartagena, Pamplona, Zaragoza y Barcelona. Todo ello hundió al régimen absolutista de Fernando VII, teniendo el monarca que claudicar y decretar el retorno al sistema constitucional, el 7 de marzo. Riego cumplió así el juramento que hizo antes de salir por la puerta principal de San Fernando, el 27 de enero, tras tirar la vaina de su sable y gritar desde su caballo: “No volveré a envainar mi espada hasta que en España haya un sistema constitucional”. Y lo cumplió.